El combate encabezó una cartelera de DAZN con sede en el Footprint Center de Phoenix, al que Rodríguez escaló desde el respaldo como emergente luego de que el tailandés Srisaket Sor Rungvisai se reportara con Covid-19.
Cuadras entró al tinglado con confianza, trabajando al cuerpo, pero apenas en la segunda ronda se topó con la velocidad y potencia del zurdo texano.
En el tercer asalto, el alvaradense se fue en un jab y Rodríguez lo prendió con un óper de derecha para ponerlo en la lona; Cuadras se reincorporó con piernas inestables y sobrevivió al round vendiéndole al réferi Chris Flores un supuesto golpe bajo con el que ganó tiempo para reponerse.
Cuadras trabajó detrás del jab buscando imponer la experiencia, pero Rodríguez siempre metía las manos en los intercambios.
En el noveno episodio, el texano sacudió al sinaloense con otro óper, aunque éste respondió con una combinación al cuerpo que llevó a Rodríguez brevemente a las cuerdas.
El texano, que sólo había llegado a los ocho rounds dos veces en su carrera, bajó el ritmo en el décimo, y Cuadras tomó confianza y ejerció presión hasta el campanazo final.
Los jueces Steve Morrow y Dennis O'Connell coincidieron en un 117-110, y Barry Lindenman apuntó 115-112, todos a favor de Jesse Rodríguez, que venía haciendo campaña en las 112 y hasta en las 108 libras, y que mejora su marca a 15-0 con 10 nocauts.
Esta es la segunda derrota consecutiva para Carlos Cuadras (39-5-1, 27 ko's), y ambas con el título Supermosca CMB en juego, pero podría mantenerse en la fila para otra oportunidad.
Sus cinco derrotas se han producido entre sus últimas nueve contiendas, en duelos titulares o eliminatorios; y haciendo referencia a su ya característica advertencia para sus rivales, ¿será que ya se le caducó la medicina?
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