A veinte meses de su último combate, Gilberto ‘Zurdo’ Ramírez reapareció en el ring, volvió a noquear, y se apuntó como aspirante a otro campeonato mundial en diferente categoría.
El
mazatleco enfrentó este viernes al texano Alfonso López en Galveston, por el
título NABF de peso Semicompleto.
Ramírez
le marcó la distancia a López desde el inicio con el jab, y pronto empezó a
hacer daño con su característico óper largo; en la segunda ronda atinó un misil
de largo alcance para derribarlo.
El
texano intentó ser agresivo, pero con poca efectividad, y siempre se topó con
los contragolpes del mazatleco, que fue minando paulatinamente con ganchos y el
óper. En el sexto round, López bajó la guardia para proteger el cuerpo, y quedó
abierto para un recto de izquierda y Ramírez cerró con una sólida combinación
de seis golpes.
López
tuvo una bravía reacción en el sétimo asalto, y Ramírez tuvo que ser advertido
por el réferi Jay Nady al recurrir al abrazo excesivo para contener los
embates.
El
mazatleco recuperó el control de la pelea con sus potentes golpes largos, y
sobre el final del noveno episodio aterrizó una zurda y un gancho de derecha
que evidentemente lastimó al texano.
Ramírez
dejó tendido a López con un gancho de derecha a los 59 segundos de la décima
ronda.
“Estoy de vuelta. Quiero a Dmitry Bivol, quiero a Artur Beterbiev. ¡Los quiero a todos!, ¡les ganaré!, lo verán”, exclamó al
ser entrevistado aún sobre el ring.
Esta
es la primera pelea para Gilberto Ramírez (41-0, 27 ko’s) como agente libre,
luego de desligarse de la empresa Top Rank. Previo a ello, también se separó de
los Zápari, quienes lo formaron desde amateur, y se puso en manos de los
entrenadores Julián Chua, Joel Flores y Chris Wong.
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