Foto: Noroeste |
La
contienda, en peso Semicompleto, encabezó un cartel que tuvo sede en el
gimnasio del Parque Revolución, que como medida preventiva contra el Covid-19 se
limitó a menos de 500 espectadores, y se transmitió mediante una plataforma de
streaming con un costo de 200 pesos.
Inicialmente,
se había anunciado que Chávez tendría un rival argentino, pero a una semana del
combate se dio un cambio de rival.
El
sinaloense lució lento, y tras el primer round se fue al banquillo sangrando de
la nariz, encendiendo alarmas en su equipo, y preocupando a su padre, que lo
veía en ring side.
Sin
embargo, empezó a trabajar el golpeo al cuerpo en el segundo episodio, y sobre
el final conectó un gancho que puso de rodillas a Minda.
A
mitad del tercer asalto, en una acción en medio del ring, el ‘Junior’ recargó
su peso sobre el ecuatoriano, y éste se fue hacia atrás, quedando tendido en la
lona, y el sinaloense le pasó por encima, pisándolo. Otra vez sobre el final,
ahora con un recto al estómago, Minda puso una rodilla en la lona, y hubo una
pequeña confusión sobre sus intenciones de continuar al reincorporarse, pues se
sujetó de las cuerdas.
En
la cuarta ronda, tras un intercambio en el que parecía que Minda colocaba los
golpes más sólidos, Chávez lo derribó con una derecha que entró por la nuca. El
réferi Sebastián Echegaray aplicó un conteo obligatorio de ocho y el
ecuatoriano se puso en pie, pero su esquina agitó la toalla para solicitar la
detención.
Chávez,
muy lejos de aquel que fue campeón mundial Mediano hace una década, ligó
derrotas ante Daniel Jacobs y Mario Cázares en sus anteriores compromisos, y
sigue bajo una suspensión temporal para pelear en Estados Unidos, emitida por
la Comisión Atlética de Nevada por evitar un control antidopaje.
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