Tras
cumplir un programa de rehabilitación por adicciones, el excampeón mundial
Carlos Cuadras reapareció renovado y dispuesto a retomar su vida personal y su
carrera profesional.
El
guamuchilense se presentó en los tradicionales ‘Martes de Café’, en las
oficinas del Consejo Mundial de Boxeo, luego de que hace poco más de un mes se
diera a conocer su adicción a ciertas drogas recreativas y alcohol.
“Hoy, soy un hombre nuevo, que logró salir
del infierno de las adicciones, un mundo que jamás debí conocer, y al cual, les
aseguro no regresaré jamás”, expresó.
Cuadras
aseguró que regresa ‘más maduro,
entregado, y con más fuerza que nunca’, dispuesto a ser campeón mundial
nuevamente, y convertir su experiencia en algo positivo, ser un ejemplo de que
querer es poder.
Cuando
admitió sus adicciones y anunció que ingresaría a un programa de
rehabilitación, dijo que la fama, la gloria y el dinero lo persiguieron,
cediendo a la presión de pseudoamigos.
“No pretendo justificarme, ni mucho menos
buscar culpables, yo sé que soy el único responsable de haber elegido un camino
equivocado. La depresión de mis últimas peleas me llevó a tomar decisiones
equivocadas, pero toqué fondo, me vi perdido”, externó.
Carlos
Cuadras conquistó el campeonato CMB de peso Supermosca en mayo de 2014, ante el
tailandés Srisaket Sor Rungvisai, y lo retuvo durante dos años con seis
defensas, hasta que lo perdió ante el nicaragüense Román ‘Chocolatito’
González.
Aunque
ganó el siguiente combate, ante David Carmona, después vinieron dos derrotas importantes:
en septiembre fue superado por el sonorense Juan Francisco ‘Gallo’ Estrada, en
una pelea eliminatoria, y en febrero por el boricua McWilliams Arroyo, por el
título Plata CMB.
En
su reunión de este martes con Mauricio Sulaimán, Cuadras dio a conocer que
espera cumplir los protocolos establecidos por el CMB y realizar una pelea en
peso Gallo, y solicitó la oportunidad de ser considerado como aspirante a
retador del campeón absoluto en esa categoría. Sulaimán dejó abierta esa
posibilidad, y señaló que se necesita mucho valor para reconocer una adicción,
pero aún más para salir adelante.
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