Este
fin de semana se generó cierta polémica en redes sociales tras las victorias
por nocaut que cinco prospectos sinaloenses consiguieron en Monterrey.
Mientras
unos criticaban la visible carencia de habilidad por parte de los derrotados;
otros defendían el trabajo de preparación realizado por los vencedores; algunos
coincidían en que era un alto riesgo llevar a cabo peleas tan disparejas, y
señalaban -y culpaban- la irresponsabilidad del promotor.
Creo
que hasta cierto punto todos tenían razón, y hay que reconocer, de antemano,
que todas estas circunstancias son parte del boxeo.
Si
bien es cierto que había una clara diferencia entre vencedores y vencidos, hay
que aclarar que ninguno de los vencedores sabía algo de su rival -salvo su
récord en BoxRec- hasta que los tuvieron frente a frente. Y me consta que los
cinco muchachos sinaloenses son disciplinados en el gimnasio.
Ahora
bien, ninguno de los cinco llega aún a cinco peleas profesionales, y no dejan
de ser novatos, inexpertos en esto del profesionalismo, con todo y que algunos
hayan tenido una larga etapa amateur.
Sí
me preocupa que algunos entrenadores se atrevan, y hasta inciten, a subir a sus
pupilos sin una preparación adecuada, y el problema también recae en la
comisión de boxeo que apruebe combates disparejos. Y desgraciadamente, eso
sucede en todas partes, y en todos los niveles.
En
el caso del promotor, pues es quien mueve el billete y es obvio que buscará
hacerlo rendir, y que sus peleadores salgan favorecidos.
Estos
últimos, los peleadores, se preparan para enfrentar al rival que la promotora
le asigne, y no tienen la culpa si se encuentran con un tipo que ni siquiera
sabe ponerse en guardia.
No
digo que esté bien que los prospectos vayan por ahí ganándole a pura ‘tochi’
(rival fácil) para hacer récord, pues deben ir desarrollando sus cualidades en
cada pelea, y llegará el momento en que deban encarar verdaderos retos. Será
entonces cuando se les juzgue si hicieron lo que podían, o quedaron a deber.
Sólo
como un dato, les comentó que en sus primeras veinte peleas, Julio César Chávez
enfrentó a diez debutantes, y del resto, solamente tres tenían récord positivo.
Y ya sabemos el resto.
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