Cuando
todo mundo criticaba a Saúl ‘Canelo’ Álvarez y Gennady Golovkin, y se sentía cierto
dejo de desilusión respecto a los peleadores que evitan las grandes peleas, el
mundo del boxeo fue sacudido con el anuncio de que dos campeones mundiales
invictos habían llegado a un acuerdo para enfrentarse.
El
sinaloense Carlos Cuadras pedía desde hace tiempo la oportunidad de medirse
ante el considerado mejor libra por libra del momento, consciente de que un
triunfo lo consolidaría y de paso obtendría quizá la mejor bolsa de su carrera.
Por
su parte, Román González llega con la experiencia de casi ocho años como
campeón del mundo (encarando a lo mejor de su categoría), buscando un cuarto
título en diferente división para encumbrarse en el deporte nicaragüense junto
al ya legendario Alexis Argüello.
Pero
no sólo los dos púgiles pecan de arriesgados al aceptar el pleito, ambos son
dirigidos por la empresa Teiken Promotions, del japonés Akihiko Honda, quien
rompe con la ‘estrategia’ de buscarle peleas cómodas a sus representados.
Y
la actitud de los tres (Cuadras, González y Honda), fue aplaudida por Mauricio
Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, organismo que sancionará el
pleito, y hasta se ha adelantado que se entregará algún cinturón especial, el
cual podría ser de oro, de diamante, o de esmeraldas.
En
cuanto al duelo, pues pinta difícil de pronosticar. El nicaragüense posee una
técnica depurada, con gran velocidad, amplio manejo de ángulos, y potente
pegada, pero estará en un peso superior y eso podría representar cierta
desventaja. Mientras que el sinaloense despliega un intenso ritmo de ataque, a
demostrado que sabe encajar los golpes, y suele hacer mucho daño con sus
ganchos al cuerpo.
Por
ello, el duelo Cuadras-González viene a revalorizar el boxeo, y el 10 de
septiembre es ya la fecha esperada por la afición (especialmente la mexicana),
y lo que haga Álvarez ante Liam Smith o Golovkin ante Kell Brook, ya pasó a
segundo término.
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